jueves, 5 de noviembre de 2009

Novecento. y Goti.

[...]

Se podia pensar que estaba loco. Pero no era tan simple.
Cuando alguien te cuenta con absoluta exactitud qué olor tiene Berham Street, en verano, cuando acaba de dejar de llover, no puedes pensar que está loco solo por la única y estúpida razón de que no haya estado nunca en Berham Street.
En los ojos de alguien, en las palabras de alguien, él habia respirado ese aire.
A su manera: pero de verdad.
Quizá no habia visto nunca el mundo. Pero hacia veintisiete años que el mundo pasaba por aquel barco, y hacia veintisiete años que él, desde aquel barco, lo escrutaba. Y le robaba el alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario